Mateo 8 (RVG)

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* [[Mateo 8:14 (RVG)|14]] Y vino Jesús a casa de Pedro, y vio a la suegra de éste, postrada, y con fiebre.
* [[Mateo 8:14 (RVG)|14]] Y vino Jesús a casa de Pedro, y vio a la suegra de éste, postrada, y con fiebre.
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* [[Mateo 8:15 (RVG)|15]] Y tocó su mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó, y les servía.
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* [[Mateo 8:16 (RVG)|16]] Y caída la tarde, trajeron a Él muchos endemoniados; y con su palabra echó fuera a los espíritus, y sanó a todos los que estaban enfermos;
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* [[Mateo 8:17 (RVG)|17]]
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* [[Mateo 8:17 (RVG)|17]] para que se cumpliese lo que fue dicho por el profeta Isaías, que dijo: Él mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias.
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* [[Mateo 8:18 (RVG)|18]]
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* [[Mateo 8:18 (RVG)|18]] Y viendo Jesús a una gran multitud alrededor de sí, mandó que pasasen al otro lado.
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* [[Mateo 8:19 (RVG)|19]]
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* [[Mateo 8:19 (RVG)|19]] Y cierto escriba vino y le dijo: Maestro, te seguiré adondequiera que vayas.
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* [[Mateo 8:20 (RVG)|20]]
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* [[Mateo 8:20 (RVG)|20]] Y Jesús le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene donde recostar su cabeza.
* [[Mateo 8:21 (RVG)|21]]
* [[Mateo 8:21 (RVG)|21]]

Revision as of 05:32, 2 October 2012

  • 1 Y cuando Él descendió del monte, grandes multitudes le seguían.
  • 2 Y he aquí vino un leproso y le adoraba, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.
  • 3 Y Jesús extendiendo su mano le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante quedó limpio de su lepra.
  • 4 Entonces Jesús le dijo: Mira, no lo digas a nadie; mas ve, muéstrate al sacerdote, y ofrece el presente que mandó Moisés, para testimonio a ellos.
  • 5 Y entrando Jesús en Capernaúm, vino a Él un centurión, rogándole,
  • 6 y diciendo: Señor, mi siervo está postrado en casa, paralítico, gravemente atormentado.
  • 7 Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré.
  • 8 Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; mas solamente di la palabra, y mi siervo sanará.
  • 9 Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo soldados bajo mi cargo; y digo a éste: Ve, y va; y a otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace.
  • 10 Y oyéndolo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe.
  • 11 Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos.
  • 12 Mas los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.
  • 13 Entonces Jesús dijo al centurión: Ve, y como creíste te sea hecho. Y su siervo fue sano en aquella misma hora.
  • 14 Y vino Jesús a casa de Pedro, y vio a la suegra de éste, postrada, y con fiebre.
  • 15 Y tocó su mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó, y les servía.
  • 16 Y caída la tarde, trajeron a Él muchos endemoniados; y con su palabra echó fuera a los espíritus, y sanó a todos los que estaban enfermos;
  • 17 para que se cumpliese lo que fue dicho por el profeta Isaías, que dijo: Él mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias.
  • 18 Y viendo Jesús a una gran multitud alrededor de sí, mandó que pasasen al otro lado.
  • 19 Y cierto escriba vino y le dijo: Maestro, te seguiré adondequiera que vayas.
  • 20 Y Jesús le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene donde recostar su cabeza.
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