Salmos 2 (RVG)
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* [[ Salmos 2:5 (RVG)|5]] Entonces hablará a ellos en su furor, y los turbará con su ira. | * [[ Salmos 2:5 (RVG)|5]] Entonces hablará a ellos en su furor, y los turbará con su ira. | ||
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| + | * [[ Salmos 2:6 (RVG)|6]] Pero yo he puesto a mi Rey sobre Sión, mi santo monte. | ||
| - | * [[ Salmos 2: | + | * [[ Salmos 2:7 (RVG)|7]] Yo publicaré el decreto: Jehová me ha dicho: Mi Hijo eres tú; yo te engendré hoy. |
| - | * [[ Salmos 2: | + | * [[ Salmos 2:8 (RVG)|8]] Pídeme, y te daré por heredad las naciones, y por posesión tuya los confines de la tierra. |
| - | * [[ Salmos 2: | + | * [[ Salmos 2:9 (RVG)|9]] Los quebrantarás con vara de hierro; como vaso de alfarero los desmenuzarás. |
| - | * [[ Salmos 2: | + | * [[ Salmos 2:10 (RVG)|10]] Y ahora, reyes, entended: Admitid corrección, jueces de la tierra. |
| - | * [[ Salmos 2: | + | * [[ Salmos 2:11 (RVG)|11]] Servid a Jehová con temor, y alegraos con temblor. |
| - | + | * [[ Salmos 2:12 (RVG)|12]] Besad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino, cuando se encendiere un poco su furor. Bienaventurados todos los que en Él confían. | |
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| - | * [[ Salmos 2:12 (RVG)|12]] | + | |
Current revision
- 1 ¿Por qué se amotinan las gentes, y los pueblos piensan vanidad?
- 2 Se levantan los reyes de la tierra, y los príncipes consultan unidos contra Jehová y contra su ungido, diciendo:
- 3 Rompamos sus coyundas, y echemos de nosotros sus cuerdas.
- 4 El que mora en los cielos se reirá; el Señor se burlará de ellos.
- 5 Entonces hablará a ellos en su furor, y los turbará con su ira.
- 6 Pero yo he puesto a mi Rey sobre Sión, mi santo monte.
- 7 Yo publicaré el decreto: Jehová me ha dicho: Mi Hijo eres tú; yo te engendré hoy.
- 8 Pídeme, y te daré por heredad las naciones, y por posesión tuya los confines de la tierra.
- 9 Los quebrantarás con vara de hierro; como vaso de alfarero los desmenuzarás.
- 10 Y ahora, reyes, entended: Admitid corrección, jueces de la tierra.
- 11 Servid a Jehová con temor, y alegraos con temblor.
- 12 Besad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino, cuando se encendiere un poco su furor. Bienaventurados todos los que en Él confían.
