2 Reyes 19 (RVG)

From Textus Receptus

Jump to: navigation, search
  • 1 Y aconteció que cuando el rey Ezequías lo oyó, rasgó sus vestiduras, y se cubrió de cilicio, y entró en la casa de Jehová.
  • 2 Y envió a Eliaquim el mayordomo, a Sebna escriba y a los ancianos de los sacerdotes, vestidos de cilicio, al profeta Isaías, hijo de Amoz.
  • 3 Y le dijeron: Así ha dicho Ezequías: Este día es día de angustia, de reprensión y de blasfemia; porque los hijos están a punto de nacer, y la que da a luz no tiene fuerzas.
  • 4 Quizá oirá Jehová tu Dios todas las palabras del Rabsaces, al cual el rey de los asirios su señor ha enviado para injuriar al Dios vivo, y para vituperar con palabras, las cuales Jehová tu Dios ha oído; por tanto, eleva oración por el remanente que aún queda.
  • 5 Vinieron, pues, los siervos del rey Ezequías a Isaías.
  • 6 E Isaías les respondió: Así diréis a vuestro señor: Así dice Jehová; No temas por las palabras que has oído, con las cuales me han blasfemado los siervos del rey de Asiria.
  • 7 He aquí pondré yo en él un espíritu, y oirá rumor, y se volverá a su tierra: y yo haré que en su tierra caiga a espada.
  • 8 Y regresando el Rabsaces, halló al rey de Asiria combatiendo a Libna; porque había oído que se había ido de Laquis
  • 9 Y oyó decir de Tirhaca rey de Etiopía: He aquí es salido para hacerte guerra. Entonces volvió él, y envió embajadores a Ezequías, diciendo:
  • 10 Así diréis a Ezequías rey de Judá: No te engañe tu Dios en quien tú confías, para decir: Jerusalén no será entregada en mano del rey de Asiria.
  • 11 He aquí tú has oído lo que han hecho los reyes de Asiria a todas las tierras, destruyéndolas; ¿y serás tú librado?
  • 12 ¿Acaso las libraron los dioses de las naciones, que mis padres destruyeron, es decir, Gozán, y Harán, y Rezef, y los hijos de Edén que estaban en Telasar?
  • 13 ¿Dónde está el rey de Hamat, el rey de Arfad, el rey de la ciudad de Sefarvaim, de Hena, y de Iva?
  • 14 Y tomó Ezequías la carta de mano de los embajadores; y después que la hubo leído, subió a la casa de Jehová, y la extendió Ezequías delante de Jehová.
  • 15 Y oró Ezequías delante de Jehová, diciendo: Jehová Dios de Israel, que habitas entre los querubines, solo tú eres Dios de todos los reinos de la tierra; tú hiciste el cielo y la tierra.
  • 16 Inclina, oh Jehová, tu oído, y oye; abre, oh Jehová, tus ojos, y mira; y oye las palabras de Senaquerib, que ha enviado a blasfemar al Dios viviente.
  • 17 Es verdad, oh Jehová, que los reyes de Asiria han destruido las naciones y sus tierras;
  • 18 Y que pusieron en el fuego a sus dioses, por cuanto ellos no eran dioses, sino obra de manos de hombres, madera o piedra, y así los destruyeron.
  • 19 Ahora pues, oh Jehová Dios nuestro, sálvanos, te suplico, de su mano, para que sepan todos los reinos de la tierra que sólo tú, Jehová, eres Dios.
  • 20 Entonces Isaías hijo de Amoz envió a decir a Ezequías: Así dice Jehová, Dios de Israel: Lo que me rogaste acerca de Senaquerib rey de Asiria, he oído.
  • 21 Ésta es la palabra que Jehová ha hablado contra él: Te ha menospreciado, te ha escarnecido la virgen hija de Sión; ha movido su cabeza detrás de ti la hija de Jerusalén.
  • 22 ¿A quién has injuriado y a quién has blasfemado? ¿Y contra quién has alzado tu voz, y has alzado en alto tus ojos? Contra el Santo de Israel.
  • 23 Por mano de tus mensajeros has proferido injuria contra el Señor, y has dicho: Con la multitud de mis carros he subido a las cumbres de los montes, a las cuestas del Líbano; y cortaré sus altos cedros, sus abetos más escogidos; y me alojaré en la morada más lejana, en el monte Carmelo.
  • 24 Yo cavé y bebí las aguas extrañas, y con las plantas de mis pies sequé todos los ríos de los lugares sitiados
  • 25 ¿Nunca has oído que hace mucho tiempo yo lo hice, y que desde los días de la antigüedad lo dispuse? Y ahora lo he hecho venir, y tú serás para hacer desolaciones, para reducir las ciudades fortificadas en montones de ruinas.
  • 26 Y sus moradores fueron de corto poder, quebrantados y confundidos, fueron cual hierba del campo, como legumbre verde, como heno de los terrados, marchitado antes de su madurez.
  • 27 Yo conozco tu sentarte, tu salir y tu entrar, y tu furor contra mí.
  • 28 Por cuanto te has airado contra mí, y tu estruendo ha subido a mis oídos, yo por tanto pondré mi gancho en tu nariz, y mi freno en tus labios, y te haré volver por el camino por donde viniste.
  • 29 Y esto te será por señal, oh Ezequias: Este año comerás lo que nacerá de suyo, y el segundo año lo que nacerá de suyo; y el tercer año sembrad y segad, plantad viñas y comed de su fruto.
  • 30 Y lo que hubiere escapado, lo que habrá quedado de la casa de Judá, tornará a echar raíz abajo, y hará fruto arriba.
  • 31 Porque saldrá de Jerusalén un remanente, y del monte de Sión los que escaparen: El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.
  • 32 Por tanto, Jehová dice así del rey de Asiria: No entrará en esta ciudad, ni echará saeta en ella; ni vendrá delante de ella escudo, ni será echado contra ella baluarte.
  • 33 Por el camino que vino se volverá, y no entrará en esta ciudad, dice Jehová.
  • 34 Porque yo ampararé a esta ciudad para salvarla, por amor a mí mismo, y por amor a David mi siervo.
  • 35 Y aconteció que la misma noche salió el ángel de Jehová, e hirió en el campamento de los asirios ciento ochenta y cinco mil; y cuando se levantaron por la mañana, he aquí, todo era cuerpos de muertos.
  • 36 Entonces Senaquerib, rey de Asiria partió, y fue y regresó a Nínive, donde se quedó.
  • 37 Y aconteció que mientras él adoraba en el templo de Nisroc su dios, Adramelec y Sarezer sus hijos lo mataron a espada; y huyeron a tierra de Ararat. Y reinó en su lugar Esarhadón su hijo.
Personal tools